1. CONCIENCIA EMOTIVA - DARSE CUENTA DE
LAS PROPIAS EMOCIONES
Conocer nuestras modalidades o formas de reacción
ante el miedo, la alegría, la tristeza o el afecto-estimación, la ira, la
rabia. Son reacciones emotivas que suelen expresarse negativamente cuando no
somos conscientes de los juegos que practicamos. El objetivo es aprender a
canalizar este tipo de reacciones de forma positiva. Esto sólo es posible si
primero somos conscientes (= dispuestos a darnos cuenta) de los juegos
neuróticos a los que nos hemos habituado.
EJERCICIO 1 DARSE CUENTA DE LAS PROPIAS
EXPECTATIVAS
Algunas dificultades comunicativas nacen cuando
uno de los dos miembros de la pareja comienza a percibir una cierta
descompensación en la relación-diálogo-comunicación. Esto ocurre cuando uno
tiene la sensación que aporta y da más de lo que recibe o también cuando no se
recibe lo que se espera y necesita. Esta sensación puede referirse a cualquiera
de los aspectos de la relación, pero lo más importante es la sensación de que
el otro no me quiere como lo quiero yo.
Las dificultades comunicativas, nacen a partir de
una serie de desilusiones que se experimentan al descubrir que el otro ya no
responde a las propias expectativas y demandas. Se pone de manifiesto la crisis de la idealización, según la cual, toda la
parte idealizada que se había proyectado inconscientemente en el otro en el
periodo de enamoramiento, comienza a pasar la prueba del tiempo y de la
realidad. La rutina, el estrés, el cansancio, favorecen que surja el modelo
educativo con el que cada uno ha llegado a la relación de pareja.
Primero: Imagen que simbolice el estado de su
relación-comunicación actual.
Sentados uno frente al otro miraros a los ojos en
silencio. Pensad el estado de su relación-comunicación actualmente. Pensad como
era al principio cuando os enamorasteis uno del otro. Observad si hay alguna
diferencia, por pequeña que sea, centrando la atención en que se ha enfriado,
que ha perdido. Centrad la atención en el aspecto que os falta, que os desilusiona
y que deseais recuperar o mejorar.
Para expresar este deseo de recuperar la calidad
de su relación-comunicaico, encontrad una imagen simbólica que describa el
estado actual.
segundo
• Miraros y expresaros la respectiva imagen simbólica.
• Decidid cuál de las dos imágenes describe mejor
el estado actual de su relación-comunicación. Escoged esta.
tercero
• ¿Quién ha hecho la parte más activa para
decidir y escoger? Tomad conciencia como lo habéis hecho y como lo habéis decidido.
Cuarto: Dedicad dos minutos en comentar
• Como esta imagen simbólica refleja el estado
actual de vuestra relación-comunicación?
• La forma en que lo habéis dedicido, refleja la
pauta habitual de cómo os relacionais-comunicais habitualmente?
EJERCICIO 2 COMO EXPRESO MIS EXPECTATIVAS?
Cuando tenemos la sensación de recibir menos de
lo que damos, esto nos va generando un sentimiento de injusticia y de rabia
contenida o no reconocida. Es importante reconocer este sentimiento de rabia y
saber acoger y leer las señales que el desequilibrio en la satisfacción de las
respectivas expectativas comienzan a dar cuando aparecen en formas de malestar,
tensión, malentendidos, discusiones, agresividad, silencios tensos, etc. En
cualquier caso, de todas estas señales se puede aprender una regla fundamental de la comunicación: expresar con
delicadeza, pero también con precisión, nuestras expectativas. Es una
experiencia de apertura necesaria para la supervivencia de la comunicación.
Primero: Expresar a la pareja mis expectativas,
mis frustraciones.
• Comunicaros: En cuanto a nuestra
relación-comunicación, me frustra, me desilusiona ... (completad la frase)
2. JUEGO DE EVITACIÓN: JUZGAR AL OTRO O
AUTOCRITICARSE.
Objetivo: Darse cuenta de los juicios y
autocríticas que dificultan la relación-comunicación.
Lo que no se expresa, progresivamente alimenta
esa carga de desilusión y de resentimiento, de la que nace el juicio que mina,
poco a poco el amor. Se deben entender los aspectos que acaban con el amor,
desarrollando una serie de habilidades de forma que juntos puedan superar estas
fuerzas destructivas y vencerlas. Comprender el juicio es la clave principal
del éxito en la pareja. Hay dos tipos de juicios:
·
uno es lo que hacemos sobre otra persona;
·
el otro, lo que hacemos sobre nosotros mismos, que se
suele denominar autocrítica, y sale del "crítico interno", una
subpersonalidad que vive en nuestro interior y en la que le encanta hacer
juicios negativos sobre nosotros.
Tanto la crítica destructiva hacia la pareja como
la falta de autoestima, tienen un efecto devastador en la
relación-comunicación.
Cada juicio manifiesta algún elemento fundamental
de nuestra vulnerabilidad, algún sentimiento básico de dolor, desamparo,
timidez o inseguridad.
Hay dos pasos a seguir para llegar a entender la
vulnerabilidad.
• El primero es aprender a sentirla y a ser
conscientes de que nuestro niño-vulnerable nos acompaña en la vida de adultos y
necesita ser cuidado y atendido.
• El segundo paso es aprender a comunicar estos
sentimientos a la pareja. Esto implica aprender a comunicarnos de una manera
sana.
El principio básico de la comunicación es muy
sencillo: «No es lo que le decimos a nuestra pareja lo que realmente importa,
sino que personaje en nuestro interior lo está diciendo". El éxito del
proceso comunicativo depende de qué personajes están realmente hablando en cada
uno de nosotros. Por ejemplo:
• Si una persona es autoritaria y la pareja es
sumisa y vulnerable, la autoritaria tiende a monopolizar la situación y a
llevar las riendas, mientras que la vulnerable y sumisa siente que no se la
tiene en cuenta y a menudo se muestra molesta y retraída. Es realmente difícil
que el amor perdure en una relación así.
Ciertas reacciones y actitudes explosivas, son el
resultado de una acumulación de expectativas y desilusiones, ciertas o
presumibles, que se han alimentado durante tiempo. La acumulación es una mezcla
de sentimientos de amor y de rabia. La mezcla de aguantar sin comunicarlo va
fraguando por dentro el resentimiento hasta que explota de una manera u otra,
cuando no se puede más.
Es una manera de evitar la posibilidad de un
cambio más profundo del propio modelo educativo. Al final, una forma habitual
de jugar a evitar, es juzgar al otro o juzgarse a uno mismo (autocrítica).
EJERCICIO 3 JUEGO NEURÓTICO DEL JUICIO
Y LA AUTOCRÍTICA COMO UNA FORMA DE EVITAR EL MIEDO A AFRONTAR.
Primero: Centraros en actitudes o comportamientos
de vuestra pareja que
desencadenan en vosotros juicios o autocríticas.
·
Cada uno escribe en un papel una actitud o comportamiento
concreto que es habitual en tu pareja y los juicios o autocríticas que se
desencadenan. Sé preciso y concreto. Ciñete
a actitudes o comportamientos observables. No se trata de hacer juicios
del carácter. Ejemplo de actitud o comportamiento concreto:
·
Siempre que interrumpes cuando hablo, me desencadenan
juicios o autocríticas como por ejemplo ...
·
Siempre que no te doy la razón y no hago como tú quieres,
te enfadas y me desencadenan juicios o autocríticas como por ejemplo ...
Segundo
·
Expresaros lo que habéis escrito sin entrar en discusión.
Simplemente daros cuenta cada uno cuáles son los respectivos juicios y
autocríticas.
Tercero
·
¿De qué os dais cuenta y como os habéis sentido haciendo
este ejercicio?
3. EL PERSONAJE PRIMARIO Y EL PERSONAJE
RECHAZADO
A fuerza de evitar, de no confrontar, juzgar y
autocriticarse uno mismo-a, la estimación se hace difícil y se deteriora. Al
mismo tiempo se instauran sutiles juegos de poder en la relación-comunicación,
como resultado de las diferencias que tienden a polarizarse en la relación, por
ejemplo:
Responsable
|
Irresponsable
|
Exigente
|
Relajado
|
Organizado
|
Desorganizado
|
Enérgico
|
Pasivo
|
Malgastador
|
Ahorrador
|
Capaz
|
Incapaz
|
Extrovertido
|
Introvertido
|
Autoritario
|
Sumiso
|
Preocupado
|
Despreocupado
|
Mandón
|
Mandado
|
Estas polarizaciones ocurren en todo tipo de
relaciones, tanto personales como profesionales, y los juicios, las críticas y
los juegos de poder que se derivan causan grandes conflictos. ¿Qué tenemos que
aprender?
Dos tipos de personajes:
·
Los primarios
·
Los rechazados
Definámoslos:
1. Los personajes primarios
Nuestras subpersonalidades se dividen en
personajes primarios y personajes rechazados o desposeídos.
Los personajes primarios son los que se han
desarrollado a lo largo de nuestra vida para protegernos del mundo. Son la base
de nuestra "personalidad", nuestra manera de "estar"; es
decir, son, literalmente, los que nosotros creemos que somos. Su función es la
de cuidar de nuestra sensibilidad y vulnerabilidad y protegernos del dolor y el
fracaso. Intentan conseguir que nos quieran y nos ayuden a salir adelante en la
vida. La clave está en que nuestros personajes primarios son los que nosotros
creemos que somos.
2. Los personajes rechazados.
Las subpersonalidades opuestas a los personajes
primarios que dominan nuestra vida son aquellas que rechazamos. Cualquiera de
las partes de nuestra personalidad que rechazamos, nos será devuelta por la
vida a través de personas que son exactamente como nuestros personajes
rechazados. No hay manera de escapar de ellos. Integrarlos de manera segura y
protectora es la lección que debemos aprender. Descubrir nuestros personajes
primarios y rechazados es más simple de lo que parece.
Nuestras subpersonalidades rechazadas se reflejan
en las cualidades que juzgamos negativamente o sobrevaloramos en los demás;
incluso, a veces, hacemos las dos cosas a la vez. Por ello, siempre que nos
encontramos con alguien que nos saca de quicio, podemos estar seguros de que
hemos conocido una persona portadora de nuestro personaje rechazado. Un vez que
hayamos determinado exactamente qué es lo que criticamos de ella, habremos
descubierto nuestros propios personajes rechazados.
EJERCICIO 4: PERSONAJE RECHAZADO –
JUZGANDO A OTRA PERSONA
A continuación, haremos un ejercicio muy simple.
Dedique un tiempo para pensar con calma las respuestas.Os relajais y os
concentráis, respirando hondo varias veces antes de empezar. Anotad vuestros
pensamientos en cuanto se os ocurran, no los censuréis, porque no hay
respuestas correctas ni incorrectas, sólo respuestas. Es aconsejable que
guardéis los ejercicios en un cuaderno, dossier o archivo informático; incluso
podría escribir un diario dedicado a vuestras relaciones, incluyendo este
ejercicio, pensamientos adicionales sobre vuestra pareja.
Primero
·
Piense en alguien que te saca de
quicio, tal vez un miembro de vuestra familia, vuestra pareja o una
relación pasada, alguien a quien criticáis. (No os debería llevar mucho tiempo:
eligid a una persona que realmente os fastidia, y mejor aún si lleva años
haciéndolo).
·
¿Qué es lo que juzguéis de ella?
·
¿En qué os sentís superiores? Sed explícitos en anotar su
característica más irritante o reprensible. Cuando la descubrais, habréis
aprendido una de vuestras subpersonalidades rechazadas.
Puede ser útil el cuadro siguiente. Si no
encontráis aquí lo que juzguéis del otro, seguro que se le parece:
Responsable
|
Irresponsable
|
Exigente
|
Relajado
|
Organizado
|
Desorganizado
|
Enérgico
|
Pasivo
|
Malgastador
|
Ahorrador
|
Capaz
|
Incapaz
|
Extrovertido
|
Introvertido
|
Autoritario
|
Sumiso
|
Preocupado
|
Despreocupado
|
Mandón
|
Mandado
|
Segundo
·
Ahora buscad la calidad encontrada en vosotros mismos, y
fijaos en que contrasta con esa persona.
·
¿Qué clase de persona sois? ¿Qué cualidades os sentís
orgullosos de poseer? Anotad estas cualidades y habréis descrito uno de sus personajes primarios.
Ya tenéis una visión de uno de vuestros personajes
primarios y uno de vuestros personajes rechazados. (Podéis repetir este
ejercicio varias veces, para descubrir vuestras diferentes subpersonalidades.)
ejemplo:
Supongamos que en este ejercicio habéis elegido
vuestra pareja como la persona a la que váis a juzgar.
·
¿Qué criticáis de ella? Quizás que es demasiado egoísta,
demasiado centrada en sí misma. En cambio vosotros siempre estáis disponibles
para el resto cuando se necesitan, porque creeis que cuidar de los demás y
tener en cuenta sus necesidades es una parte muy importante de vuestra vida. Se
podría decir que vuestro personaje primario requiere que actúe de una manera
altruista y rechazar su yo egoísta. Este personarge primario protector tiene
una reacción muy negativa hacia quien no lo es, por eso es el que juzga a la
pareja por no serlo.
Lo importante es desarrollar la habilidad de
permanecer entre estos opuestos y aprender a usarlos de una manera
completamente nueva.
EJERCICIO 5 PERSONAJE RECHAZADO -
SOBREVALORANDO OTRA PERSONA
Primero
·
Ahora pensad en alguien a quien sobrevaloran, alguien que
os encantaría ser, alguien tan maravilloso que a su lado os sentis «menos que»
él o ella. Esta persona también es portadora de uno de vuestros personajes
rechazados.
·
Especificar qué es lo que hace a esta persona tan
excepcional. Por ejemplo, es posible que hayáis elegido una persona que es muy
organizada, tranquila y serena.
·
Haced una descripción de esta calidad y encontraréis otro
personaje rechazado: vuestro yo «organizado, tranquilo y sereno»
Para descubrir este personaje primario, buscad el
opuesto a vosotros mismos. Veréis que, al contrario de la persona elegida, sois
de carácter desorganizado y un poco irritables, y así aparece otro de vuestgros
personajes primarios.
Estas subpersonalidades rechazadas que
sobrevaloramos son a menudo atracciones fatales hacia gente sin la cual no
podemos vivir; es decir, nos atamos a aquellos que llenan el vacío de las
piezas que nos faltan. Imaginad que hacéis siempre lo que se espera de
vosotros, que siempre siguís las normas. Sois muy prudentes, y tenéis en cuenta
cómo reaccionan el resto a lo que hacéis o decis. Se puede decir que su
personaje primario es estricto, elabora normas y se asegura que hacéis lo
correcto en todo momento. Es una subpersonalitat que se preocupa básicamente de
lo que el resto piensan de vuestra conducta.
Por este motivo, admiráis a la gente que es
segura de sí misma, a los espíritus libres a los que no les preocupa el «qué
dirán». La pareja que eligís es así, nunca se inquieta de lo que la gente pueda
pensar, vive su propia vida y hace lo que le apetece, pero no es alborotada ni
antisocial, sólo muy independiente. Cuando estáis con ella, os sentís seguros,
porque os ayuda a despreocuparos de las opiniones de los demás y de las normas.
Es vuestra «atracción fatal", la necesitáis desesperadamente y vuestra
vida no está completa sin ella.
Como en el ejercicio anterior, ninguno de estos
dos personajes tiene razón, cada uno tiene algo bueno que ofrecer y algo que
aprender del otro.
4. CIERRE DE LA EXPERIENCIA DE HOY
Hacemos una rueda de cierre donde cada uno
expresa:
·
¿Cómo me siento ahora y aquí?
¿De qué me he dado cuenta ahora y aquí que valoro
como importante para
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